lunes, 7 de febrero de 2011

EL ARQUITECTO Y LA HISTORIA

LA HISTORIA
Hemos oído con frecuencia que el presente está determinado por los hechos pasados, y que los hechos de hoy determinan el futuro.
Los hechos del pasado son la Historia, y al revisar su concepto (1) : a) es el pasado, b) es tradición, o sea, la trasmisión de creencias y técnicas en el tiempo, c) es la totalidad de los modos de ser y de las creaciones humanas en el mundo, d) es el sujeto de la historiografía, nos damos cuenta que para obtener un mejor conocimiento de nuestro presente y aspirar a un mejor futuro, debemos investigar y analizar la historia, ya que el saber no es algo solo del hoy.
Sobre todo en nuestros tiempos, esto es aun más una realidad, pues hay acumulados unos cuantos miles de años que constituyen una buena suma de conocimientos que no son nada despreciables para cualquier ciencia que se precie de hacer las cosas bien.


En cuanto a la Arquitectura, la historia es imprescindible para poder conocer el pasado de esta área y así comprender mejor el presente de la misma, es decir, el cómo y porque ha evolucionado en sus distintas formas y técnicas hasta el día de hoy. Esta información nos será de gran utilidad para tomar las mejores y más apropiadas decisiones a la hora de realizar un proyecto y luego construirlo.


Esto que hemos mencionado con anterioridad, se evidencia mejor aun si analizamos algunos ejemplos : 1) tomando el concepto de historia b) citado antes, vemos como el arquitecto, en determinado momento, puede decidir retomar una técnica o detalle constructivo del pasado para realizarlos en su obra presente, por ser estos todavía muy actuales y útiles. En efecto podemos ver cómo, no solamente detalles, sino también estilos y sistemas constructivos completos, son retomados del pasado para reutilizarlos en nuestra época, tal es el caso del Post-modernismo o el Neoclásico.    
2) También, por otro lado, aludiendo al concepto c) que también mencionamos antes, observamos en cuanto a los modos a los que se hace referencia en este concepto, que determinadas formas de hacer las cosas en el pasado pueden ser todavía útiles en el presente. Visualizamos esto mejor, ayudándonos con el ejemplo de los casos de desastre natural que han ocurrido últimamente. Un análisis posterior hecho en algunos de los sitios donde ocurrieron las catástrofes, mostró datos interesantes que indicaban que los habitantes de dichas zonas afectadas, en el pasado, no construían ninguna edificación en esos lugares, pues sabían por experiencia que estos no eran aptos para vivir. Pero el paso del tiempo, muchas veces borra las señales visibles para entender que ciertos y determinados espacios no son adecuados para el hábitat humano, entre otras cosas, por la distancia del periodo de años entre evento y evento natural, por lo que solo si alguien investiga a fondo y como es debido, considerando los específicos mapas y datos históricos, podría descubrir esos detalles importantes que le permitirían entender bien el caso y así se lograrían evitar muchos acontecimientos graves, o por lo menos serian menores.
Este último ejemplo por si solo ilustra lo importante que es la historia para la arquitectura. Con una simple investigación del pasado, se pueden obtener informaciones que son vitales, más aun si esta indagación es acuciosa. En la labor arquitectónica la historia nos presta ese apoyo al hablarnos de la cultura, de los hechos de un lugar, de datos y detalles que pueden ser muy valiosos, de factores no visibles a primera vista, o que han sido borrados por el tiempo, y que pueden resultar invaluables a la hora de proyectar lo nuevo.
La historia no es solo para labores en las cuales estén involucradas edificaciones consideradas patrimonio histórico, donde su necesidad es prioridad. Esta ciencia es sumamente indispensable para razonar acerca de la arquitectura y el papel del arquitecto en la misma, incluso útil para reflexionar sobre la gente y el entorno que en determinados momentos ambos afectan.
En fin, me inclino a creer que así como la filosofía profundiza en el pensamiento del hombre para que este tome conciencia de sí mismo como ser humano, la historia de la arquitectura profundiza en la arquitectura, para que el arquitecto tome conciencia como profesional de la misma.


RELACION ARQUITECTO – HISTORIA
Desde que el ser humano sintió la necesidad de tener un refugio donde resguardarse, simplemente lo ha venido construyendo de acuerdo a la forma en la que pensaba debía vivir. Al ir cambiando y progresando su pensamiento en el tiempo, fue evolucionando, por supuesto a la par, su forma de vivir y por tanto su forma de hacer arquitectura y construir. Esta arquitectura al principio informal, se convirtió en una actividad básica y necesaria del hombre y requirió, no solo que se ordenara como disciplina o ciencia, sino que algunos individuos se dedicaran a ella permanentemente haciendo de esta su oficio o profesión de vida. Por tanto cuando el primer arquitecto se asomó por fin oficialmente a la historia, ambos, arquitecto e historia, tenían su vida entrelazada irremediablemente.
Quizás por eso es que E. Raskin afirma: “El arquitecto es tan historiador social como un escritor. Considero en cuanto a esto, que es posible incluso, que la historia simbólica del arquitecto sea más honesta, y sin tanta distorsión, que la retórica del escritor-historiador. (quien la filtra según su punto de vista).”
La arquitectura y el arquitecto influyen en la vida del hombre. La vida del hombre en el tiempo hace la historia e influye en la arquitectura. Por tanto, entre arquitecto e historia, podemos hablar sin lugar a duda, de una relación dialéctica, en la cual el primero aprende e influye en la segunda y viceversa. Hegel y posteriormente Marx, habían ya afirmado la relación dialéctica entre el hombre y la historia, el tiempo se encargó de reafirmar la que hay entre arquitecto e historia de la arquitectura.


El arquitecto cuando hace una buena labor arquitectónica, es decir, cuando utiliza todos los factores y conocimientos que la integran, deja la historia escrita con los hechos representados en su obra. Todos sabemos la cantidad de información que, en efecto, se ha obtenido observando y estudiando todas esas edificaciones, ruinas monumentos, etc., que el arquitecto ha dejado a través del tiempo, como huellas claras y sintetizadas de la forma de vida del hombre desde los comienzos del tiempo hasta hoy en día. Ninguna de esas obras y construcciones de todo tipo hubieran podido transmitirnos tanto saber sobre nuestros antepasados y sus costumbres, si no hubieran sido realizadas con una arquitectura integral, que de seguro incluía técnica y estética, como también humanismo y autocritica, que obviamente derivaron del estudio histórico que seguro hicieran quienes entonces las construyeron.
Tal vez la historia en sus principios, por haber sido tan joven, no pudo ofrecer tanto al arquitecto como ahora en su madurez. Pienso que, en algún momento en esos inicios, donde prácticamente el tiempo apenas se estrenaba, no se podía hablar de una historia como tal, pero con el simple paso del tiempo, la validez de esta ciencia retórica se ha reafirmado y de esta manera confirmado así su positivo apoyo al arquitecto.



Finalmente, vemos ahora bastante claro porque la historia no puede ser considerada solo como acontecimientos y hechos pasados, y también ha quedado explícito, que el arquitecto debe disponer tanto de conocimientos técnicos como humanísticos, para que su obra esté completa y tenga sentido. En todo caso, si entre estos dos buenos compañeros, arquitecto e historia, hubiese cualquier duda, cuentan con su gran aliada la investigación, que ya hace tiempo ha demostrado la buena relación que siempre habrá entre ellos.

FOTOGRAFIAS : Tomadas y cortesia de Monica y Oswaldo Arellano, EDITADAS : por Valeria Pignatelli                             ROMA 2008
(1) Nicola Abbagnano, " Diccionario de Filosofia "

miércoles, 2 de febrero de 2011

ARQUITECTURA DEL SOL NACIENTE

…..y luego de haberles hablado un poco acerca de la formación y capacitación del arquitecto en mi pasado artículo, quisiera ahora continuar y comentarles sobre una de las arquitecturas que considero más especiales y con carácter que existen: La arquitectura asiática.



Como estamos además iniciando el año nuevo Chino, hoy 2 de Febrero de 2011, pienso que es muy propicio dedicarle estas líneas al que hacer arquitectónico de este gran país como es la China, para así acoger y aprovechar esta ocasión tan especial e importante para ese hemisferio.
Ciertamente, también ayudó a decidirme a escribir sobre el tema, el afortunadísimo y oportuno envío de unas estupendas fotos, que me hiciera hace unos días, mi muy buen amigo y colega el arquitecto Willy Lee, y que lógicamente de inmediato motivaron en mí esta idea de compartir con ustedes un poco de esta mágica cultura milenaria, a través de este canal, de estas imágenes y palabras, y gracias por supuesto al deseo de mi buen amigo de encontrarse con sus raíces.


La Arquitectura Oriental es por tanto, sin duda alguna, algo para dedicarle mucho tiempo y estudio porque de verdad lo merece. Además, no siempre se tiene la suerte de visitar estas tierras del tigre y el dragón, y por eso me motivé más aun a traer a este espacio estos párrafos.
Los asiáticos, y en especial en el caso de la China, poseen conocimientos muy profundos e interesantes de la vida en su totalidad, y esto es porque son una de las civilizaciones más antiguas del mundo, lo que les ha asignado un buen cúmulo de experiencias dignas de admirar y aprender.


Tienen entre muchas otras cosas una mitología y varias filosofías que, además de estar llenas de gran sabiduría, son realmente fabulosas para el espíritu, y que obviamente están expresadas en todo lo que allí se hace.
Su arquitectura, como parte de su expresión, está repleta de esa esencia de su saber, y como a la vez son creadores y poseedores de un importante simbolismo, entonces esta también está cargada de una significación muy enriquecedora para todos los que tienen el placer de vivirla.
En Oriente los valores espirituales siempre han tenido prioridad sobre los valores materiales, y la obra arquitectónica de estos lares nos habla de esto. Claro, en nuestros días, también en esta parte del mundo la globalización ha logrado infiltrar los criterios de los arquitectos asiáticos que, sumados a los de aquellos que también de todas partes del mundo construyen sus proyectos ahí, han agregado a la arquitectura autóctona, los símbolos y lenguajes de Occidente, pero esto lejos de perjudicar, ha hecho más rico e interesante el paisaje urbano asiático.


Vemos entonces como hoy, templos, casas y edificios que muestran su edad y fisonomía totalmente oriental, se relacionan con mucha armonía con sus homónimas producciones arquitectónicas occidentales, apoyando así de alguna manera el criterio de Ying y Yang propio de este lado del planeta donde nace el Sol.
Los techos de tejas curvados que hablan de filosofía, se mezclan en múltiples maneras al vidrio y acero de los edificios propios de las urbes occidentales, y el resultado es una interesante conversación entre culturas y formas que nos llena la vista y la mente de nuevas estructuras de ciudades.



Las dimensiones y la escala de la Arquitectura China, hablan de la gran extensión de ese país y, ciertamente también, de su larga historia de centenares de años. Parados en la inmensa y famosa plaza, donde tiempo atrás un hombre desafiara a un tanque de guerra, comprendemos esto sin dejar de percibir la parte humana, que resalta a través de la infinidad de detalles que cada edificio nos muestra.
Hasta aquí, parecería que estoy parcializado y totalmente a favor de esta Arquitectura muy particular, pero créanme no exagero para nada en mis comentarios, lo que sucede es que la labor en esta área siempre debe ser significativa y humana, y pienso que nuestros amigos del lejano oriente lo han logrado hacer muy bien en la que ellos realizan en todas sus ciudades.


Por supuesto, y como la arquitectura también depende del factor político, aunque no es uno de mis preferidos, pienso que sería mejor que existiese en algunos casos del continente asiático, la completa libertad que necesita esta creativa ciencia para actuar, pero aun a pesar de todo, la imaginación, aun en esos sitios donde no se es libre de forma total, la Arquitectura muestra que ha vencido e impuesto su verdad. Volveré pronto a hablarles de la Arquitectura de Asia y sus alrededores, como mencioné anteriormente merece más tiempo, y por tanto más capítulos...Ah!...y Feliz Año Nuevo Chino!..Año de la Liebre.







FOTOGRAFIAS : tomadas y cortesia del Arq. Willy Lee, China 2010