viernes, 3 de diciembre de 2010

LA FORMACION DE ARQUITECTOS

Hay muchisimo que decir de la Arquitectura y todo lo que la rodea, por lo que pienso que es bueno empezar desde el primer paso que se dá para llegar a ella como profesional.....
Educación y Arquitectura
Breves comentarios acerca de la formación del Arquitecto


Arq. Massimo Pignatelli





 CONTENIDO

-Introducción
-Formando Arquitectos
-El Arquitecto
-La Creatividad
-Comentarios finales


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INTRODUCCIÓN

        El tema de la educación y la formación es sumamente amplio y complejo.
            Por eso al tratar de comentar y escribir estos párrafos acerca del mismo, prefiero y aprovecho tan importante ocasión, para referirlos y limitarlos al campo de la formación e instrucción de los Arquitectos, dado que es mi área de competencia e interés, y aquella en la cual quisiera colaborarles como docente de esa su prestigiosa Universidad.
            Ahora bien, considerando que un método de enseñanza es bueno y necesario, para hacer más efectiva la tarea de transmitir conocimientos al formar individuos, y entendiendo que el usado por ustedes es excelente, me gustaría enfocar mi artículo, para hacerlo más específico, y desarrollarlo en base a mi experiencia y vivencias en mi labor como profesor, de manera tal que a través de mis comentarios e ideas puedan conocer más sobre mi persona, y así confirmen mi vocación para la docencia, y cuan motivado estoy para laborar en su prestigiosa Facultad de Arquitectura, en la formación de los futuros Arquitectos que ahí inician su camino.
            Comentaré y hablaré por tanto, de los factores o herramientas que, junto a todo método de enseñanza, deben estar presentes en el aula de estudio, y también mencionaré la aptitud y espíritu que debería tener todo profesor para inspirar y motivar a sus estudiantes, de tal manera que estos se formen como profesionales integrales.
            Finalmente, quisiera con este artículo, aportar con mis humildes opiniones, un poco más acerca de tan extenso y profundo tema como es el de la educación y formación del Arquitecto, y aunque sé que me quedaré corto por la amplitud del mismo, espero al menos lograr transmitirles su importancia para quienes se inician en esa carrera y, por otro lado, la relevante misión que tiene todo docente de esa especialidad y de cualquier otra.


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FORMANDO ARQUITECTOS

            La proclama Aristotélica que afirma: “Todos los hombres tienen el deseo natural de saber” (1), sigue muy vigente y actual.
            Incluso sabiendo que los filósofos tienden siempre a generalizar y totalizar, ciertamente esta afirmación puede aplicarse a la mayoría de las personas, lo cual constituye de alguna manera, una ventaja para los que tenemos el gusto de enseñar y transmitir conocimientos de cualquier tema.
            Por otro lado, quienes eligen hacer carrera en la Universidad, han dado ya hace tiempo sus primeros pasos aprendiendo y tienen sin duda algunos años en la educación, y por tanto, poseen su propia experiencia y criterios de ella, y también un método personal de aprendizaje que los ayudó en su camino de conocer.
            Es lógico entonces que al encontrarnos en el aula, estudiantes y profesores, tendremos y compartiremos una actividad altamente enriquecedora e importante de la vida como es aprender, y además aprender ambos, los unos del los otros y viceversa, y por tal razón cada parte debe querer lo que hace y hacer lo que quiere, (esto último dentro de ciertas normas, claro) lo que simplemente significa, que cada quien debe estar motivado.
            La motivación cambia y varía dependiendo de cada persona, y se obtiene por influencia de segundos a veces y otras por inspiración propia, pero el hecho es que esta es básica para todo aquel que ha de acometer cualquier actividad, o sea, como dice el viejo dicho, el que quiere puede, sin verdadero interés no hay logros.
            Resulta por tanto de todo lo comentado anteriormente, que el guía de un grupo debe sin duda desde el primer momento de su labor, mantener vivo el interés de sus estudiantes, de forma que estos estén consientes de cada paso en su aprendizaje y así de seguro, la motivación estará siempre presente dentro de estos sirviéndoles de norte.
            Merece un comentario aparte el punto de la conciencia, ya que si esta acompaña al aprendiz todo cambia diametralmente, y es que con ella el hombre puede ir más allá de las expectativas normales y conseguir logros bien importantes, pero por su complejidad y por existir en muchos y diferentes niveles, (aun cuando pienso que en realidad es solo una) e incluso, a veces no existir en ciertos individuos, no podré si no dejarla aquí mencionada en estas líneas, ya que es tema que merecería un trabajo aparte.

            Hasta aquí entonces podemos resumir y ver claramente lo siguiente:
1)     El profesor debe poseer sin duda vocación para enseñar, lo que ciertamente implica, buena disposición y aptitud, mente abierta, buen uso de la analogía y habilidad para comunicarse y conectarse con sus estudiantes, entre sus principales capacidades y virtudes para de esta forma poder mantener el interés de estos siempre activo.
2)    Los estudiantes por su parte han de contar entre alguno de sus atributos, con un criterio bien amplio, bien desarrollada creatividad, mucha apertura y receptividad hacia lo nuevo, habilidades manuales y artísticas (aun cuando hay día muchos aspectos de la educación están computarizados), y un buen sentido colectivo y humanístico, para nombrar alguno de los básicos.
3)    Por último, se necesita un buen programa de materia y el apoyo de un método de enseñanza equilibrado, para completar el ambiente perfecto y emprender así la misión de formar profesionales.
Sumando entonces todos estos factores que les he mencionado, tendremos con certeza una buena base para impartir conocimientos a nuestros aprendices, y de esta manera darles una buena e integral preparación, para su futura labor profesional y hasta para su vida del día a día.
Podríamos seguir al infinito con un tema tan interesante y apasionante como lo es este de la formación de Arquitectos, pero en este trabajo, que es un simple ensayo, quisiera exponerles también otros temas, por lo que dejaré hasta aquí este punto para hablarles y comentarles ahora un poco acerca del Arquitecto.


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EL ARQUITECTO

            Que oportuno que en este artículo hablemos de la educación referida al Arquitecto, pues al hablar de este, justamente es bueno hacerlo desde su formación como tal.
            En este sentido, Mario G. Salvadori menciona lo siguiente: “La Arquitectura tiene que ver con el arte, la ciencia, el hombre mismo, los materiales, la política y el dinero” (2). Esto entonces nos hace ver más claro el porqué el Arquitecto debe ser un profesional integral, ya que este está justo en el medio de la ciencia y el arte, tratando de mantener un equilibrio entre ambos, pero con acento en lo humano ya que su obra es para el bien de la gente.
            El profesional de la Arquitectura idóneo debe ir más allá del simple destacar con su obra, del aprovechar al máximo un espacio solo por aumentar ganancias, y del confundir arte y arquitectura. Su verdadero ser es el usuario, las personas, de quienes es su servidor y benefactor, por lo que no deberá tener límites a la hora de buscar conocimiento, ya que todo lo referido al hombre es complejo, y por tanto así será la solución aportada por el Arquitecto si quiere lograr el bien de aquellos a quien dirige su obra.
            La Arquitectura es por tanto compleja, ya que involucra conocimientos muy variados y distintos, y el Arquitecto debe capacitarse en toda esta serie de conocimientos si quiere manejar y producir una verdadera Arquitectura, o al menos, una Arquitectura completa. En ella intervienen cientos de factores y el Arquitecto es uno más de esa suma de factores, y sabiendo además que cada cosa es en parte, producto de la experiencia del que la realiza, entonces la buena preparación y formación de nuestro profesional será vital.
            La afirmación de E. Raskin. “La Arquitectura es fruto de la cultura más que de la tecnología” (3), nos dice claramente que solo la parte técnica de esta carrera no será suficiente para su buen empleo, el Arquitecto debe buscar más, y por tanto habrá de estudiar también temas sociales, humanísticos, históricos y críticos, y además en una época como esta, ecológicos y ambientales también.
            Ningún conocimiento será despreciable si aspiramos a realizar buena Arquitectura, y en cualquier área, por contradictoria que pudiera ser puede hallarse la clave para un buen proyecto como los que hoy constituyen ejemplo de esa buena Arquitectura de la que hablamos.
            Los Arquitectos hoy día pueden intervenir en múltiples y diferentes áreas que antes se daban por descontadas para estos, pero dado su carácter y perfil y por esa formación integral que deben adquirir, han ampliado de forma muy considerable sus posibilidades de laborar y desarrollarse en nuevos terrenos, por lo cual se entiende que cada vez deban dominar más temas.
            En síntesis, desde la misma facultad de Arquitectura, o sea, desde el propio inicio de su camino, el Arquitecto ha de aprender bien, mucho y de todo, trabajando tanto para el desarrollo de su mente como para el de su espíritu, y enfocando en su obra hacia el bienestar y desarrollo ideal de la gente, para así ser “El delineador, el historiador de su sociedad y de su época” (4).


          
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LA CREATIVIDAD

            Al desarrollar el tema de la Arquitectura y del Arquitecto y su formación, no puedo dejar de hablar también de la creatividad y de dos de sus complementos, como lo son, investigación y observación.
            Seguramente es innata en muchas personas, pero la creatividad se puede también desarrollar y, lógicamente, es la facultad de Arquitectura uno de los mejores lugares para hacerlo. La cuestión es, que esta es muy importante para el Arquitecto, pues después de recibir su formación básica, es una de las cosas que lo guiará para seguir aprendiendo, incluyendo también claro está, toda la experiencia que vaya obteniendo en su devenir como profesional.
            Una mente creativa es la herramienta principal de todo profesional que trabaja con la imaginación, y para alimentar esta facultad o capacidad nada mejor que la ayuda de mucha curiosidad y observación e iniciativa para investigar, ya que la Arquitectura, así como las otras ciencias y en verdad todas las cosas, no se detienen nunca, siguen desarrollándose y renovándose constantemente, lo que conlleva al Arquitecto a estar siempre un paso adelante y preparado para aportar soluciones a todas la situaciones que se le presentan.
            Ahora bien, es obvio que este punto de la creatividad, observación e investigación es un tema más bien personal de cada individuo, o sea, propio y ligado al carácter de cada cual, pero justamente si hablamos de formación integral, estas y otras habilidades deben ser incluidas por todo guía que aspira a impartir conocimientos a todos sus estudiantes, para ser más completa la educación que imparte, ya que estos finalmente más adelante han de convertirse en sus propios maestros para seguir avanzando, y así puedan depender de ellos mismos.
            Por esta razón, mientras los aprendices de Arquitecto están transcurriendo su formación académica, hay que aprovechar también ese tiempo para sumar al conocimiento de las materias que han de cursar, toda esa sabiduría que está en nosotros mismos, derivada de nuestra experiencia personal y de otras fuentes, (maestros, padres, lecturas, etc.), la cual no se puede encontrar en ningún texto, ya que esta solo resulta de ese intercambio que se da en el aula entre las vivencias de profesor y estudiantes, y es la que logra inspirarnos para ser creativos.
            En ese debate de ideas que se produce en el salón de clases, (“Brain Storming” como se le dice en el área de publicidad), es donde se origina toda esa sapiencia que nos complementa e irá a enriquecer el potencial que vive dentro de cada individuo y que todo guía debe lograr que este exprese.
            Por supuesto, también la investigación y observación propias de cada estudiante harán su parte, y así es como cada quién obtendrá una preparación y formación idóneas para servir a cualquier sociedad del planeta, y ser un profesional íntegro y eficaz.
            Finalmente, nada mejor para complementar todo lo mencionado antes, que contar con un ambiente de libertad como el que existe en toda Universidad, y el que inspiraron pensadores como Rousseau, Voltaire, Simón Rodríguez y otros, para hacer de este maravilloso camino de aprendizaje la mejor y más importante labor que cualquier ser humano ha de emprender, y que constituirá su más preciado valor en la vida.


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COMENTARIOS FINALES

            Cada vez que uno se ocupa de desarrollar el tema de la educación y la formación, tiene serias dificultades para limitarlo, ya que aparte de ser muy extenso y profundo, es realmente apasionante, por lo que a muchos nos agradaría hablarlo y comentarlo largamente y sin límites. Quizás por esta razón, gran número de mujeres y hombres le dedican a este su vida y permanecen así conectados al saber permanentemente como docentes
            Es que el conocimiento, realmente abre puertas inimaginables a los individuos que escogen cualquiera de sus caminos, y los lleva a experimentar y vivir cosas extraordinarias, ya que a un cierto punto, la ciencia logra conectarse con el espíritu, y ahí es donde cada ser humano empieza a crecer de verdad.
            El aprender nos hará personas siempre mejores, por lo que hasta una enseñanza obtenida a través de una simple experiencia de vida será importante y útil para nosotros, y nos llevará hacia la parte más compleja y profunda del conocer, como es la de conocerse a sí mismos, por eso me alegra que nuestro insigne filósofo tenga razón y el saber sea algo natural en todos.

 
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(1)    Aristóteles, “Metafísica”, Libro I
(2)    Mario G. Salvadori, “Arquitectura su panorama social, ético y económico” (Prefacio)
(3)    (4) E. Ranskin,”Arquitectura su panorama social, ético y económico”.
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